viernes, 12 de octubre de 2007

Literatura del Barroco

El barroco es un movimiento artístico y cultural extendido por toda Europa y que entraña una evolución de las ideas del Renacimiento, que en algunos casos supone cambios drásticos en la forma de pensar.

En principio el término barroco no se utilizó más que para las artes plásticas, es en los años 1920 cuando se empieza a hablar de barroco literario, dando la idea de que el movimiento afectó no sólo a la forma y a la plástica, sino también a las formas literarias. Aún más importante, asumir la existencia de un barroco literario supone asumir el barroco como un movimiento de tipo ideológico, no sólo formal y ver su profunda relación con la Contrarreforma. Sin embargo, esto llevó a algunos mucho más allá, negando su relación con el Renacimiento y presentándolo como un movimiento enfrentado, lo que tampoco es cierto.

El barroco trae consigo una renovación de técnicas y de estilos. En Europa, y sobre todo en España la Contrarreforma influye en gran medida sobre este movimiento; las expresiones italianas que llegaban desde el Renacimiento se asimilan pero al mismo tiempo se españolizan y las técnicas y estilos se adaptan aún más a la tradición española.

Los poetas barrocos del siglo XVII, siguieron mezclando estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complicación ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal.

En este siglo XVII en que aparece el movimiento barroco se intensifican los tópicos que ya venían dándose en el Renacimiento, pero en especial los más negativos: fugacidad de la vida, rapidez con que el tiempo huye, desaparición de los goces, complejidad del mundo que rodea al hombre, etc.

La Literatura del siglo XVI se expresaba en un estilo sereno y de equilibrio; el barroco del XVII viene a desestabilizar esa serenidad y diversas fuerzas entran en conflicto. Estas características se dan en toda Europa y en cada país toman un nombre diferente:

Fases

Aunque muy poco aceptada, Wyllie Sypher en su libro Four Stages of Renaissance Style propuso la siguiente división:

  • Manierismo (1520 - 1560). Se caracteriza por la desintegración del Renacimiento, es un estilo de crisis, desproporcionado, con exceso de ornamentación, intelectualista. Se propone como primera fase del Barroco.
  • Barroco (1620 - 1680). Es el estilo de la Contrarreforma, en él se da una exageración de las características del manierismo, sin proponer nuevas formas.
  • Barroco tardío (1680 - 1700). Se caracteriza por un retorno al clasicismo que llevará al Neoclasicismo, es de nuevo un episodio de desintegración, en este caso de las formas barrocas.


Esta clasificación fue muy criticada, Helmut Hatzfeld (Estudios sobre el barroco) propone un estilo de época amplio con tres fases:

  • Manierismo (1570 - 1600): alargamiento y distorsión de las formas renacentistas. Propone a Góngora como representate más importante.
  • Barroco clásico (1600 - 1630): gran ampulosidad formal, ostentación y supeditación a la ideología de la Contrarreforma. Su autor más representativo sería Cervantes.
  • Barroquismo (1630 - 1670): exageración de las características del barroco clásico. El autor clave sería Calderón.

Estas divisiones son orientativas y a ambas se las ha acusado de ser simplificadoras y demasiado periodizadoras y estrictas.


Literatura barroca en España. Características

Pero es en España donde el barroco se da con mayor intensidad y donde adquiere mayor originalidad. El cambio de mentalidad en las gentes y una cierta conciencia de inseguridad y de crisis hacen que se extienda una gran preferencia por las características propias de este movimiento. Los escritores del siglo XVII se inspiran en una filosofía de renuncia que es la filosofía estoica de Séneca y al mismo tiempo tienen muy en cuenta el sentido religioso de la vida.

Los escritores españoles del siglo XVII aportan en sus obras la doctrina del desengaño y del pesimismo. No se dejan embaucar por la belleza de la Naturaleza; creen que es falsa y engañadora. Todas estas tendencias se hallaban incipientes en el periodo anterior, en el renacimiento y en el barroco no hacen otra cosa que intensificarse hasta llegar a la exageración.

A finales del siglo XVI, la situación social y política de España predispone a los escritores a imbuirse de lleno en este movimiento: el hambre, la peste, la desigualdad social, los pícaros, los mendigos, las miserias, los sueños de grandeza, etc. Todos estos temas son llevados a la literatura; es una situación apropiada para que nazca esa literatura cuyos cimientos están en la decepción, en el desengaño, en lo poco que valen las grandezas humanas.


Música barroca

La música barroca es el estilo musical relacionado con una época cultural europea, que abarca desde el nacimiento de la ópera en el siglo XVII (aproximadamente en 1600) hasta la mitad del siglo XVIII (aproximadamente hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750).

Se trata de una de las épocas musicales más largas, fecundas, revolucionarias e importantes de la música occidental, y la más influyente, probablemente su característica más notoria sea el uso del bajo continuo y el monumental desarrollo de la armonía tonal, que la diferencia profundamente de los anteriores estilos modales.

Origen del término

El término barroco (voz portuguesa que denota una perla de forma irregular) se tomó de la arquitectura (donde significa algo «retorcido», una construcción «pesada, elaborada, envuelta» aunque también es barroco algo recargado de ornamentos). En el siglo XVIII se usó peyorativamente para describir las características del estilo musical del siglo anterior, que se consideraba «tosco, extraño, áspero y anticuado».

Características

El estilo hoy llamado "barroco" se caracteriza estéticamente por la preeminencia de lo emocional sobre lo racional, por el estilo vocal recitativo, en el cual el ritmo de la palabra determina el discurso melódico - donde "la música ha de ser sirviente de la poesía" - y por un auge de la música instrumental pura, es decir, sin relación con consideraciones ideológicas que se deriven de un texto, o funcionales como en el caso de la música de danza.

En esta época se desarrollan la sonata, el concerto grosso y el ballet francés.

A diferencia de épocas anteriores, la música sacra y la música profana conviven armoniosamente, formando parte de la profesión musical. La mayor permisividad estética lleva a que la interpretación musical tienda a enriquecer las partes mediante una profusión de ornamentos y recursos expresivos.

Tienen gran importancia la teoría de los afectos, que considera a la música como creadora de emociones, y la retórica, que transfiere conceptos de la oratoria tradicional a la composición del discurso musical del barroco.