viernes, 12 de octubre de 2007

El Barroco



El Barroco, además de un período de la historia del arte, fue un movimiento cultural que se extendió en la literatura, la escultura, la pintura, la danza y la música desde el 1600 hasta 1750 aproximadamente. El estilo barroco surgió en Roma a principios del siglo XVII y de Italia se irradió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX), el término barroco tuvo un sentido peyorativo, sinónimo de recargado, desmesurado e irracional, hasta que, posteriormente, fue revalorizado a fines de siglo XIX por Jacob Burckhardt y luego por Benedetto Croce y Eugenio D'Ors.


Definición

El período Barroco se ubica entre los períodos Manierista y Rococó, aunque algunas definiciones llegan a incluir a ambos movimientos como parte del Barroco y, por ende, lo sitúan entre el arte del Renacimiento y el Neoclásico. Se enmarca en un tiempo en el cual la Iglesia Católica tuvo que reaccionar contra numerosos movimientos revolucionarios culturales que produjeron una nueva ciencia y nuevas formas de religión, como la Reforma protestante.Se ha dicho que el Barroco en arquitectura es un estilo que podría dar al papado un camino formal imponente de la expresión que podría restaurar su prestigio, al punto de hacerse de alguna manera simbólica de la Contrarreforma. Fue con éxito desarrollado en Roma, donde la arquitectura barroca renovó ampliamente las áreas centrales con la adición (o revisión) urbanística. Pero muchos otros ejemplos son encontrados en otras ciudades europeas y en America Latina.Es importante destacar que el Barroco fue una innovación cultural general.

El Barroco como Movimiento Cultural

El Barroco realmente expresó nuevos valores; en literatura es abundante el uso de la metáfora y la alegoría. Representa un estado de ánimo diferente, más cerca del romanticismo que del renacimiento, aún cuando es un movimiento que nace al mismo tiempo que este último en algunos países.

El dolor psicológico del hombre, en busca de anclajes sólidos, se puede encontrar en el arte barroco en general. El virtuosismo fue investigado por los artistas de esta época junto con el realismo. La fantasía y la imaginación fueron evocados en el espectador, en el lector, en el oyente. Todo fue enfocado alrededor del Hombre individual, como una relación directa entre el artista y su cliente. El arte se hace entonces menos distante de las personas, solucionando el vacío cultural que solía guardar.
Cada una de las Bellas Artes tiene representantes en este movimiento cultural:
En música puede ser Antonio Vivaldi y Johann Sebastian Bach
En literatura española se encuentran Luis de Góngora y Francisco de Quevedo y Villegas
En pintura italiana están Pietro da Cortona, Caravaggio, y los Carracci
En la escultura italiana el exponente más célebre del barroco es Bernini. En la escultura mexicana está representada por Jerónimo Balbás, etc.

En la arquitectura Borromini

Tras la mesura del Renacimiento y el retorcimiento estético del manierismo, en la Roma de los Papas se advierte la necesidad de un arte nuevo. La independencia de las repúblicas italianas no es la de antaño, tras dos siglos de pugnas entre las potencias europeas por controlar su floreciente mercado centrado en el Mediterráneo. Por otro lado, el descubrimiento de América desplaza el polo económico hacia el Atlántico, cuyas rutas son dominadas por españoles, portugueses e ingleses. Esto provoca que las repúblicas italianas se reagrupen bajo un poder más fuerte y las que no caen bajo control extranjero (España y Francia) se someten a la influencia mayoritaria de Roma, más concretamente de los Estados Vaticanos, al más puro estilo de una teocracia. Para ejercer legítimamente este gobierno, las altas esferas eclesiásticas dominantes en Roma hubieron de depurar su corrupta cúpula gubernamental. Voces de descontento ya había desde hacía cincuenta años, y la Iglesia Católica se vio escindida por la Reforma luterana, cuyos teólogos, Juan Calvino, Ulrico Zuinglio y otros personajes, la acusaron de nepotismo y simonía. La necesidad de reformar las estructuras del mundo católico es lo que conduce al Concilio de Trento y a la mal llamada Contrarreforma, en realidad, una Reforma católica, que no va contra algo sino en busca de una adaptación a los nuevos tiempos.

La traducción de este estado de cosas sobre el arte trae importantes consecuencias desde el primer momento. Los teólogos reunidos en el concilio, mayoritariamente españoles, proclaman ciertos dogmas que han de ser representados dignamente por los artistas al servicio de la Iglesia: la virginidad de María, el misterio de la Trinidad, entre otros, pasan a protagonizar los lienzos. La Iglesia, antes que las monarquías absolutistas que posteriormente ejercieron un poder paralelo al Vaticano, fue la primera en comprender el poder ilimitado del arte como vehículo de propaganda y control ideológico. Por esta razón contrata grandes cantidades de artistas, reclutando por supuesto a los mejores, pero también a muchos de segunda fila que aumentan los niveles de producción para satisfacer las demandas de la gran base de fieles. Se exige a todos los artistas que se alejen de las elaboraciones sofisticadas y de los misterios teológicos, para llevar a cabo un arte sencillo, directo, fácil de leer, que cualquier fiel que se aproxime a una iglesia pueda comprender de inmediato. Los personajes han de ser cercanos al pueblo: los santos dejan de vestir como cortesanos para aparecer casi como pordioseros, con rostros vulgares. El énfasis de la acción ha de colocarse sobre el dramatismo: la consigna fue ganar al fiel a través de la emoción. Las escenas se vuelven dinámicas, lejos del hieratismo intemporal de los estilos anteriores. Las composiciones se complican para ofrecer variedad y colorido. Las luces, los colores, las sombras se multiplican y ofrecen una imagen vistosa y atrayente de la religión y sus protagonistas. Fuera del patrocinio de la Iglesia, los mecenas privados se multiplican: el afán de coleccionismo incita a los pintores a llevar a cabo una producción de pequeño o mediano formato para aumentar los gabinetes de curiosidades de ricos comerciantes y alta nobleza.

En la época de los filósofos Bacon y Descartes, el arte se colecciona como los objetos científicos o los exóticos bienes importados de las Indias y América. La secularización de esta época propició que se revalorizaran géneros profanos, como el bodegón o el paisaje, que empieza a cobrar una autonomía inusitada. Las complejas composiciones del Barroco, la diversidad de focos de luz, la abundancia de elementos, todo, puede aplicarse perfectamente a un paisaje, tal y como puede verse en la Recepción del Embajador Imperial en el Palacio Ducal de Canaletto. El Barroco como estilo general es tan sólo una intención de base. Las formas que adopte en la praxis serán tan variadas como se pueda imaginar. Sin embargo, dos polos predominan, agrupados en torno a dos grandes figuras rivales en la época: Michelangelo Merisi da Caravaggio, que aglutina a los pintores del naturalismo tenebrista; y Annibale Carracci, que trabaja con su hermano y con su primo en un estilo clasicista.

Literatura del Barroco

El barroco es un movimiento artístico y cultural extendido por toda Europa y que entraña una evolución de las ideas del Renacimiento, que en algunos casos supone cambios drásticos en la forma de pensar.

En principio el término barroco no se utilizó más que para las artes plásticas, es en los años 1920 cuando se empieza a hablar de barroco literario, dando la idea de que el movimiento afectó no sólo a la forma y a la plástica, sino también a las formas literarias. Aún más importante, asumir la existencia de un barroco literario supone asumir el barroco como un movimiento de tipo ideológico, no sólo formal y ver su profunda relación con la Contrarreforma. Sin embargo, esto llevó a algunos mucho más allá, negando su relación con el Renacimiento y presentándolo como un movimiento enfrentado, lo que tampoco es cierto.

El barroco trae consigo una renovación de técnicas y de estilos. En Europa, y sobre todo en España la Contrarreforma influye en gran medida sobre este movimiento; las expresiones italianas que llegaban desde el Renacimiento se asimilan pero al mismo tiempo se españolizan y las técnicas y estilos se adaptan aún más a la tradición española.

Los poetas barrocos del siglo XVII, siguieron mezclando estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complicación ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal.

En este siglo XVII en que aparece el movimiento barroco se intensifican los tópicos que ya venían dándose en el Renacimiento, pero en especial los más negativos: fugacidad de la vida, rapidez con que el tiempo huye, desaparición de los goces, complejidad del mundo que rodea al hombre, etc.

La Literatura del siglo XVI se expresaba en un estilo sereno y de equilibrio; el barroco del XVII viene a desestabilizar esa serenidad y diversas fuerzas entran en conflicto. Estas características se dan en toda Europa y en cada país toman un nombre diferente:

Fases

Aunque muy poco aceptada, Wyllie Sypher en su libro Four Stages of Renaissance Style propuso la siguiente división:

  • Manierismo (1520 - 1560). Se caracteriza por la desintegración del Renacimiento, es un estilo de crisis, desproporcionado, con exceso de ornamentación, intelectualista. Se propone como primera fase del Barroco.
  • Barroco (1620 - 1680). Es el estilo de la Contrarreforma, en él se da una exageración de las características del manierismo, sin proponer nuevas formas.
  • Barroco tardío (1680 - 1700). Se caracteriza por un retorno al clasicismo que llevará al Neoclasicismo, es de nuevo un episodio de desintegración, en este caso de las formas barrocas.


Esta clasificación fue muy criticada, Helmut Hatzfeld (Estudios sobre el barroco) propone un estilo de época amplio con tres fases:

  • Manierismo (1570 - 1600): alargamiento y distorsión de las formas renacentistas. Propone a Góngora como representate más importante.
  • Barroco clásico (1600 - 1630): gran ampulosidad formal, ostentación y supeditación a la ideología de la Contrarreforma. Su autor más representativo sería Cervantes.
  • Barroquismo (1630 - 1670): exageración de las características del barroco clásico. El autor clave sería Calderón.

Estas divisiones son orientativas y a ambas se las ha acusado de ser simplificadoras y demasiado periodizadoras y estrictas.


Literatura barroca en España. Características

Pero es en España donde el barroco se da con mayor intensidad y donde adquiere mayor originalidad. El cambio de mentalidad en las gentes y una cierta conciencia de inseguridad y de crisis hacen que se extienda una gran preferencia por las características propias de este movimiento. Los escritores del siglo XVII se inspiran en una filosofía de renuncia que es la filosofía estoica de Séneca y al mismo tiempo tienen muy en cuenta el sentido religioso de la vida.

Los escritores españoles del siglo XVII aportan en sus obras la doctrina del desengaño y del pesimismo. No se dejan embaucar por la belleza de la Naturaleza; creen que es falsa y engañadora. Todas estas tendencias se hallaban incipientes en el periodo anterior, en el renacimiento y en el barroco no hacen otra cosa que intensificarse hasta llegar a la exageración.

A finales del siglo XVI, la situación social y política de España predispone a los escritores a imbuirse de lleno en este movimiento: el hambre, la peste, la desigualdad social, los pícaros, los mendigos, las miserias, los sueños de grandeza, etc. Todos estos temas son llevados a la literatura; es una situación apropiada para que nazca esa literatura cuyos cimientos están en la decepción, en el desengaño, en lo poco que valen las grandezas humanas.


Música barroca

La música barroca es el estilo musical relacionado con una época cultural europea, que abarca desde el nacimiento de la ópera en el siglo XVII (aproximadamente en 1600) hasta la mitad del siglo XVIII (aproximadamente hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750).

Se trata de una de las épocas musicales más largas, fecundas, revolucionarias e importantes de la música occidental, y la más influyente, probablemente su característica más notoria sea el uso del bajo continuo y el monumental desarrollo de la armonía tonal, que la diferencia profundamente de los anteriores estilos modales.

Origen del término

El término barroco (voz portuguesa que denota una perla de forma irregular) se tomó de la arquitectura (donde significa algo «retorcido», una construcción «pesada, elaborada, envuelta» aunque también es barroco algo recargado de ornamentos). En el siglo XVIII se usó peyorativamente para describir las características del estilo musical del siglo anterior, que se consideraba «tosco, extraño, áspero y anticuado».

Características

El estilo hoy llamado "barroco" se caracteriza estéticamente por la preeminencia de lo emocional sobre lo racional, por el estilo vocal recitativo, en el cual el ritmo de la palabra determina el discurso melódico - donde "la música ha de ser sirviente de la poesía" - y por un auge de la música instrumental pura, es decir, sin relación con consideraciones ideológicas que se deriven de un texto, o funcionales como en el caso de la música de danza.

En esta época se desarrollan la sonata, el concerto grosso y el ballet francés.

A diferencia de épocas anteriores, la música sacra y la música profana conviven armoniosamente, formando parte de la profesión musical. La mayor permisividad estética lleva a que la interpretación musical tienda a enriquecer las partes mediante una profusión de ornamentos y recursos expresivos.

Tienen gran importancia la teoría de los afectos, que considera a la música como creadora de emociones, y la retórica, que transfiere conceptos de la oratoria tradicional a la composición del discurso musical del barroco.



El Arte Barroco

El arte barroco se desarrolla entre los siglos XVII y XVIII. Según Woelfflin las diferencias son:

Renacimiento
frente a
Barroco
Visión plástica y contornos

visión pictórica y apariencia.
Composición en planos

composición con profundidad.
Formas cerradas

formas abiertas.
Unidad compositiva

subordinación al motivo.
Claridad absoluta de cada objeto

claridad relativa.

El arte será el vehículo de propaganda tanto de la Iglesia de la Contrarreforma, como de los Estados absolutistas o de la burguesía protestante.

En el barroco la figura humana se alza como objeto decisivo del arte, pero no en su forma idealizada, sino en cualquier aspecto, ya sea este bello o feo, sublime o cotidiano.

En el barroco podemos distinguir tres períodos: temprano o primitivo, de 1580 a 1630, pleno, de 1630 a 1680, y tardío o rococó, de 1680 a 1750.

Arquitectura

En el barroco la arquitectura va frecuentemente unida al urbanismo. La ciudad se vuelve escenográfica. El palacio es el típico edificio de vivienda urbana para las familias poderosas. El hotel es un tipo de vivienda unifamiliar exenta y rodeada de jardines, burguesa. El templo es el lugar del sermón y la eucaristía. Se trata de un sitio de representación teatral.












Italia

En Roma trabajan los más grandes arquitectos del Barroco. En el período de transición se distingue a Carlo Maderna: Santa María de la Victoria, y Giacomo della Porta: la fachada del Gesú.

En el barroco pleno: Gian Lorenzo Bernini, es uno de los formuladores del lenguaje barroco: la columnata de San Pedro del Vaticano, y el baldaquino donde sitúan las columnas salomónicas. Utiliza multitud de puntos de vista, la planta central. Construye San Andrés del Quirinal. Francesco Borromini rompe todas las reglas del clasicismo. Concibe toda la obra como una gran escultura, ondula los entablamentos y las cornisas, e inventa nuevas formas para los capiteles: San Ivo, La sapiencia. Guarino Guarini, trabaja en Turín: San Lorenzo y la capilla del Santo Sudario.

En el siglo XVIII el barroco evoluciona en dos direcciones. Por un lado existe un retorno a la simplicidad del siglo XVI, y por otro hacia la exuberancia decorativa del rococó. Bernardo Vittone, iglesia de las Clarisas de Bra. Ferdinando Fuga, en Nápoles, de estilo rococó, factoría de porcelana de Capodimonte. Fillippo Juvara: palacio Madama, en Turín.

Francia

Surge un arte majestuoso al servicio del Estado. Los grandes palacios suelen tener un gran cuerpo alargado y dos alas hacia el jardín. Las cubiertas son de estilo francés, que forman grandes cuerpos prismáticos, muy altos, en los que se abren buhardillas.

Jacques Lemercier es el arquitecto francés más representativo: iglesia de la Sorbona, y el palacio de Richelieu.François Mansart, inventor de las guardillas: mansión Laffitte. Pero destacaron dos proyectos reales monumentales, el Louvre, Claude Perrault, y Versalles, Louis le Vau y Charles le Brun.

En el siglo XVIII se abandona la severidad y estalla la exuberancia decorativa del rococó. Germain Boffrand: decoración del hotel Soubisse.

España

En España el barroco se beneficia del mecenazgo del clero y la nobleza. Es el arte de la Contrarreforma, por lo que predominarán los edificios religiosos.

Se crean ahora las grandes plazas mayores, rectangulares y asoportaladas, se amplían las viejas ciudades y se construyen otras nuevas, principalmente en América. A imitación de Versalles se construyen en España los reales sitios, sobre todo Aranjuez.

Destacan, Alonso Carbonell: El Buen Retiro, Juan Gómez de Mora: plaza Mayor, la cárcel de la Corte y Alonso Cano, fachada de la catedral de Granada.

En el siglo XVIII se desarrolla el estilo churrigueresco. Se trata de un estilo muy decorativo, sobre todo en el exterior. José Benito de Churriguera es el auténtico creador del estilo: San Cayetano, Santo Tomás, y la ciudad de Nuevo Baztán, Joaquín de Churriguera: colegio de Calatrava enSalamanca y Alberto de Churriguera: plaza Mayor de Salamanca. Pedro de Ribera, puente de Toledo. Narciso Tomé: transparente de la catedral de Toledo, y Fernando de Casas Novoa, la fachada del Obradoiro en Compostela.

Los dos grandes proyectos de la Corte borbónica son la granja de San Ildefonso, Teodoro Ardemáns, y Aranjuez, Santiago Bonavía. Se construyó el Palacio Real, Fillippo Juvara y Giovanni Battista Sacchetti.

Hispanoamérica

Durante los siglos XVII y XVIII la conquista y dominación de las Indias llega a su apogeo. Se crean nuevas ciudades y se reconstruyen las ya existentes.

En la catedral de México, trabajan Claudio Arciniega y Juan Miguel Agüero. Se convertirá en el paradigma de la arquitectura colonial. Francisco Becerra levantará la catedral de Puebla. Francisco Antonio Guerrero y Torres: capilla del Pocito, en Puebla. En Puebla aparece una escuela barroca muy activa. Santuarios de Ocotlán en Tlaxcala, y de San Francisco de Acatepec, dos magníficos ejemplos del rococó.

El barroco en el virreinato del Perú está marcado por el terremoto de Lima de 1746. Francisco Antonio Guerrero y Torres: catedrales de Lima, Cuzco y Quito. Constantino de Vasconcellos: convento de San Francisco. Este es el monumento arquetípico de la arquitectura limeña. En Arequipa aparecerá una escuela de fuertes reminiscencias indígenas: iglesia de los jesuitas de Diego Felipe. Muchas obras americanas son de autor anónimo: palacio de los marqueses de Torre-Tagle.

Escultura

Los temas tienden a ser más profanos, mitológicos, en donde el desnudo adquiere particular importancia. Además, la escultura se vuelve urbana, aparecen en las calles, plazas y fuentes, integradas con la arquitectura.

La escultura barroca se caracteriza por su fuerza y su monumentalidad, su movimiento compositivo, su dinamismo, proyectado hacia fuera, sus composiciones diagonales, su expresividad y su tratamiento de la ropa.


Italia

Gian Lorenzo Bernini es el intérprete de la Contrarreforma católica. Pone la escultura al servicio de la arquitectura. Busca efectos emotivos con el fin de conmover, para lo que emplea el escorzo y las posiciones violentas y desequilibradas: Apolo y Dafne, baldaquino de San Pedro.

Pietro Bracci: fontana de Trevi, y René Michel Slodtz: San Bruno.

Francia

El barroco francés se reconoce por su carácter cortesano, mitológico y decorativo. Predominan los bustos, las estatuas ecuestres, las alegóricas y la escultura funeraria.

Versalles será el centro del arte. François Girardon: Apolo y las Ninfas, y el sepulcro del cardenal Richelieu. Pierre Puget es el más barroco por su dramatismo, tensión y la violencia formal. Andrómeda liberada por Perseo.

España

Destaca el uso prioritario de la madera policromada, que se conocerá como imaginería. Busca la sensibilidad popular y la expresividad, que se manifiesta en los pasos de Semana Santa. Apenas existe escultura civil. Los escultores trabajan para gremios y cofradías de carácter religioso.

En Castilla encontramos dos centros Madrid y Valladolid. Gregorio Fernández es uno de los imagineros más representativos tanto por su expresionismo, como por su patetismo y su carga dramática, en el que refleja un hondo sentimiento religiosos y un profundo naturalismo. Cristo yacente, paso del Descendimiento y la Piedad. En Madrid trabajan Manuel Pereira: crucifijo del oratorio del Olivar, Juan de Bolonia: estatua ecuestre de Felipe IV, y Felipe de Espinabete.

En Andalucía encontramos dos centros, Sevilla y Granada. Su imaginería tiene un carácter más intimo, de recogimiento interior, y un lenguaje más clásico. En Sevilla trabajó Juan Martínez Montañés: Inmaculada de santa Clara y Jesús de la pasión, Juan de Mesa: Jesús del Gran Poder. En Granada trabajan Alonso Cano: inmaculada, San Antonio de Padua, y Pedro Mena: La Dolorosa, Magdalena.

En el siglo XVIII podemos considerar otra escuela en Murcia. Francisco Salzillo, caracterizado por sus figuras delicadas y su gusto rococó. Crea pasos en grupo: La Virgen de la leche, el paso de La oración del huerto.

Pintura

El pintor barroco plasma la realidad tal y como la vez, con sus límites imprecisos, sus formas que salen y entran, los objetos de primer plano intrascendentes, los escorzos y las posturas violentas, y las composiciones diagonales que dan a la obra gran dinamismo.

Se acude a los temas religiosos, escenas de santos, mitológicos, el retrato, tanto el individual como el de grupo, y surge como tema nuevo el bodegón.

No se entiende la pintura barroca sin hacer referencia a dos estéticas diferentes: el tenebrismo y el eclecticismo. El tenebrismo consiste en el choque violento de la luz contra la sombra. El fondo queda en penumbra, o desaparece, mientras que la escena queda en primer plano. El eclecticismo trata de salvar el gusto clásico dentro de la nueva norma. Se trata de una estética decorativa efectista y teatral.

Italia

Caravaggio, es el creador y divulgador del tenebrismo. Es un pintor independiente y rebelde que influye en todos los grandes pintores de su tiempo: Martirio de san Mateo, San Jerónimo, Cesto de Frutas.

La escuela de los Carracci es la representante del eclecticismo más aceptado por el poder. Creará la Academia de Bolonia, la primera Escuela de Bellas Artes. El paisaje es el gran protagonista. Ludovico Carracci, el fundador de la escuela, Agostino Carracci: Última comunión de san Jerónimo, y Aníbal Carracci: galería del palacio Farnesio.

En casi todas las repúblicas italianas encontramos grandes pintores. Lucas Jordán trabaja España: Cristo expulsando del templo a los mercaderes.

En Venecia está Gian Battista Tiépolo: Abraham y los tres ángeles,Salón del trono del Palacio Real en Madrid.

Francia

La pintura francesa tiene un carácter más clásico y cortesano. George de la Tour: San Jorge carpintero. Entre los retratistas destaca: Felipe de Campaña: Luis XIII, Mazarino, Richelieu. La Corte también demanda pintura decorativa para sus palacios.

El siglo XVIII es el del rococó. Jean Antoine Watteau: los Campos Elíseos, Fiestas de amor.

Flandes

Se centra en el gusto burgués por lo cotidiano y los detalles, y la exaltación de su modo de vida. Péter Paul Rúbens, sus formas son complicadas y opulentas y poseen un gran dinamismo. Tiene obras que glorifican a la Iglesia triunfante: Descendimiento, o El levantamiento de la cruz, y escenas profanas: Las tres gracias, y retratos: Duque de Lerma.

Anton van Dyck: La coronación de espinas. En 1632 es pintor de cámara de Carlos I de Inglaterra. Fija las características del retrato inglés. Jacobo Jordanes, el más humorístico de todos, El rey bebe.

Holanda

Al contrario que Flandes, Holanda es la defensora del protestantismo y del triunfo de la burguesía.

Frans Hals es el gran especialista, y creador de los retratos colectivos, Los arcabuceros de san Adrián, el Banquete de los oficiales de san Jorge.

Rémbrandt es un pintor lleno de personalidad y uno de los grandes genios del Arte. Sus obras respiran espiritualidad. Utiliza el claroscuro tenebrista de una manera muy acusada: La lección de anatomía, La negación de san Pedro, Autorretrato, Betsabé y La ronda de noche.

España

El barroco es para España la época de oro de la pintura. La Iglesia y la Corte son los grandes mecenas de los artistas.

La escuela valenciana está muy influida por el tenebrismo de Caravaggio, Francisco de Ribalta: La Sagrada Familia. José de Ribera, el Spagnoletto: El sueño de Jacob.

En la escuela andaluza destacan Francisco Zurbarán que trabaja para la Iglesia, por lo que su tema más recurrente son los frailes y las monjas: La Inmaculada Concepción, Bodegón, Santa Catalina. Alonso Cano: Virgen con el Niño. Bartolomé Esteban Murillo impone el modelo de Virgen con el Niño y de Inmaculada: Niños comiendo sandía, La Inmaculada Concepción. Juan de Valdés Leal se caracterizan por el predominio de lo macabro: Las postrimerías.

En la escuela de madrileña trabaja Velázquez. Hace grandes avances técnicos. Pinta temas mitológicos, La fragua de Vulcano, históricos, La rendición de Breda, y retrata a la familia real y a su Corte. Retratos del Papa Inocencio X, Felipe IV Cazador, Pablo de Valladolid, La vieja friendo huevos, El aguador de Sevilla, El triunfo de Baco, La Venus del espejo, Las hilanderas y Las meninas.